lunes, 26 de mayo de 2008

Flamenco sauvignon

A mi izquierda 4 ingleses septuagenarios; delante una pareja de italianos horteras y enfarlopados; un poco más allá 5 japonesas sonrientes y justo al lado del "tablao" 3 jovencitas escocesas jaleando cada zapateao del bailaor.
En medio de todo esto me encontraba yo con una botella de sauvignon en una mano y en la otra el muslo de mi novia.
Salí de mi casa sin ganas, rumbo a un espectáculo de flamenco que habíamos reservado, y nada más llegar, viendo el público ya descrito y ojeando la exigua carta de vinos, me temí lo peor.
Y así era. Eran horrorosos. El cantaor, borracho; los guitarristas, flojísimos...
Pero hacia el final del espectáculo apareció "El peral", un bailaor con el mismo nombre que el moscatel que compré el otro dia en Colmenar, y la noche cambió.
El vinito empezó a hacer efecto a ritmo del taconeo y "El peral" me hizo soltar algunos oles.
Así que al final he podido disfrutar un poquito con el sudor del bailaor y el golpeteo de los zapatos.
Ha sido un fin de semana muy musical, ya que ayer estuve viendo "Rusovisión", ese espectáculo de cantantantes de ex-repúblicas soviéticas.
Además ya ha salido la programación de Pirineo Sur y pienso ir 3 días a escuchar a los negritos que me alegran el verano, solo que este año voy de otra manera. Se acabó dormir tirado en un prao junto al lago. Este año dormiré en una preciosa casita de montaña con spa.
También estoy estudiando la progamación de Etnosur en Jaen, otro gran festival, gratuito en este caso.
Más cerca en el tiempo y espacio, me pasaré por Chinchón a ver a Tomatito.

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